Al consumidor egocéntrico, egoísta, obsesionado más por la idea de poseer que de ser, esclavo de las necesidades que él mismo crea, insatisfecho y envidioso, y cuya única regla de conducta es la acumulación de beneficios, se opone el hombre servidor, que no aspira a poseer más, sino a ser mejor, a desarrollar su capacidad de servir a los demás en solidaridad y sabe contentarse con lo necesario.
Pedro Arrupe S.J. “Nuestro Servicio para el Mundo de Hoy”. Conferencia en el III Congreso de Religiosos de América del Norte y del Sur. Montreal 21 de noviembre de 1973

Comentarios