Captar a Dios es tenerlo en todas las dimensiones de la vida, no sólo en situaciones privilegiadas, como cuando se comulga o se reza. Hay que tener la experiencia de Dios siempre: al caminar por la calle, al respirar el aire contaminado, al disfrutar tomando una cerveza, al tratar de comprender un texto que estemos estudiando. Dios viene mezclado con todo esto; y cualquier situación es lo suficientemente buena para que lo podamos percibir y digamos: Él está con nosotros. 
La clave del místico es tratar de ver lo que está por detrás de cada cosa, lo que la constituye y la sustenta. No quedar atrapado en lo superficial, sino hacer de todo un símbolo, una señal, un sacramento, una imagen. Para aquel que tiene la experiencia de Dios, el mundo es un gran mensaje.
Leonardo Boff

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