El amor de Dios en Jesús, tiene por así decirlo, dos manos: la primera es la del perdón, gracias a la cual jamás nos abandona, ni siquiera a pesar de toda nuestra culpabilidad; la otra mano es la de la resurrección, la cual nos revela que Dios nos sostiene incluso más allá de la muerte.
Piet van Breemen sj

Comentarios