"Ignacio de Loyola es uno de esos hombres que tuvo el don del discernimiento. Supo de un modo vigilante escuchar el paso del Espíritu. Su talante de discernimiento lo ofrece a la comunidad cristiana para que ésta pueda, en virtud de una sabiduría acumulada en la Iglesia y sistematizada por él, "adiestrarse" en el discernimiento.
Ignacio sabe "por experiencia" que Dios se comunica con sus criaturas. Lo experimentó en sí mismo y nos dio las pistas y los criterios para entender el "lenguaje" de esta comunicación.
Discernir es distinguir el lenguaje que "procede del Padre y del Hijo" y el lenguaje tramposo que surge de nuestro "yo" personal y comunitario o que nos llega tentadoramente de este mundo "normal y natural". En este sentido Ignacio habla de discernimiento de espíritus en plural"

Toni Catalá.
Gentileza: Centro Arrupe Jesuitas Valencia

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