El Papa Francisco en una hermosa homilía en su Misa matutina, presentó cuatro modelos de creyentes: Jesús, los escribas, el sacerdote Elí y sus dos hijos, también ellos sacerdotes.
Los escribas enseñaban poniendo cargas muy pesadas sobre los hombros de la gente. “Gente incoherente… ¡No dejan entrar, y no entran! Es una manera, un modo de predicar, de enseñar… Y cuántos hay que piensan que la fe sea algo así…”.
En el Libro de Samuel aparece la figura de Elí, “un pobre sacerdote, débil, tibio”. Él mira cómo una señora que se llamaba Ana, “rezaba a su modo, pidiendo un hijo”. En su corazón la despreció. “¡Cuántas veces el pueblo de Dios no se siente querido por los laicos cristianos, por los sacerdotes, por los obispos!”. 
Los hijos de Elí – prosiguió el Papa – “eran sacerdotes, pero bandidos”. “Iban detrás del poder, detrás del dinero. Explotaban a la gente, se aprovechaban de las limosnas, de los dones” y “el Señor los castiga fuertemente”. Esta “es la figura del cristiano corrupto, del laico corrupto, del sacerdote corrupto, del obispo corrupto, que se aprovecha de su situación, de su privilegio”. De un corazón corrupto sale “la traición”. 
Y después está Jesús. De Él la gente dice: “¡Este enseña como uno que tiene autoridad: esta es una enseñanza nueva!”. Pero ¿dónde está la novedad? “La novedad de Jesús es que consigo trae la Palabra de Dios, el mensaje de Dios, es decir el amor de Dios por cada uno de nosotros”. Jesús “acerca a la gente a Dios y para hacerlo se acerca Él: está cerca de los pecadores”. Jesús “busca el corazón de las personas. A Jesús sólo le interesa la persona, y Dios”. Esta actitud “es aquella de la que la gente dice: ‘¡Pero, ésta es una enseñanza nueva!’”. No – observó el Papa –, “no es nueva la enseñanza: lo nuevo es el modo de hacerla. Es la transparencia evangélica”: “Cada uno en su puesto. A no ser puros legalistas, hipócritas como los escribas y los fariseos. A no ser corruptos como los hijos de Elí. A no ser tibios como Elí, sino a ser como Jesús, con ese fervor de buscar a la gente, de curar a la gente, de amar a la gente”.

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