María, Madre de Jesús, 
dame un corazón como el tuyo,
tan hermoso, tan puro, tan inmaculado,
tan lleno de amor y humildad,
para que yo pueda recibir a Jesús en el Pan de la Vida,
amarle como tú le amaste 
y servirle en las horas de aflicción
de los más pobres entre los pobres.
Anónimo, Oración recitada frecuentemente por la Madre Teresa de Calcuta y las Misioneras de la Caridad

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