Los que tenemos la bendición de ser padres sabemos que nuestros hijos son los regalos más bellos que nos da donado Dios.
Pero la paternidad es mucho más amplia de la simple capacidad de reproducirnos dando a luz individuos para la continuac
ión de la especie.
Todos podemos convertirnos en papás y mamás para otros. La vida nos pone en el camino incontables situaciones en las que el amor rebasa los límites de la sangre...y "elegimos" ser padres de otros que el Señor nos coloca en el sendero. Allí vale el amor, los consejos, las ayudas materiales y espirituales, los ejemplos... Allí se juntan otros sabrosos condimentos: la complicidad, las miradas, los retos oportunos, el orgullo por el que va creciendo y descubriendo su propio camino...
Padres y madres "nacen" todos los días. Todos necesitamos amar, ver crecer, acompañar el vuelo del nido y dejar un legado. 
@Ale Vallina.

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