Libertad interior



Ser verdaderamente libre no consiste en hacer o decir lo que uno quiere, sino en no verse obligado a negar lo que uno siente o piensa por miedo a perder el afecto o aprecio de los demás. Muchos creen que son libres porque dicen o hacen lo que quieren sin importarles si dañan u ofenden  los demás. Confunden "verborragia y prepotencia" con libertad de expresión. Es importante decir lo que uno piensa, pero es más inteligente pensar en lo que uno dice. La verdad no se opone ni a la humildad ni a la caridad sino que encuentra en ambas su fuerza y plenitud.

P. Javier Rojas, sj


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