Es la sociedad de consumo la que nos impulsa a gastar desmedidamente en estas fiestas. No te hagas eco de propagandas e imperativos de: “compra esto o aquello para tener una feliz Navidad o un próspero año nuevo”.
 Si eres adulto en la fe sabes que lo único que necesitas para tener una feliz Navidad es que tu corazón-pesebre se abra al Misterio del Dios Encarnado…
Y que para que el nuevo año sea muy bueno debes acrecentar la esperanza, dar y darte sin medidas, y perseguir tus sueños…
@Ale Vallina.

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