Quiero comenzar esta jornada dándote gracias Señor por tanto. Desearía ser testimonio de Tu Amor y de Tu Misericordia, pero estoy muy lejos de ello. Quisiera ser reflejo de Tu Luz, contagiar Tu Palabra, acompañar al dolido, al enfermo y al solitario como Tú lo hiciste. Desearía imitarte en Tu coherencia y en Tu amor a los hermanos, pero no siempre me resulta fácil. Quisiera desterrar al fariseo de mi corazón y ser poblado por Tu Amor.
El camino de la vida no siempre es fácil;

 y tampoco me resulta fácil ser una buena cristiana…pero con Tu ayuda mi Jesús, y solamente con tu ayuda podré transitar el camino siguiendo tus pasos.
Hay un vacío en mi alma cuando me alejo de Ti. Llénalo Señor, te lo ruego.
Señor de la Vida imprime la Vida con mayúsculas en mi alma, para que pueda ser testimonio sincero de tu Palabra.
Gracias Jesús por querer anidar en mi corazón. Gracias por este nuevo día en el que puedo comenzar de nuevo, como cada día, a levantarme de mis fallos y errores; y servirte, sirviendo a mis hermanos.
Que te refleje Jesús. Es lo que más deseo.
@Ale Vallina

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