Dios opta por los sencillos de corazón, por los humildes, por los pequeñitos.
2000 años atrás el Padre invitó a una sencilla jovencita para ser la Madre de su Hijo. Más tarde, el propio Jesús nos dijo que nos hagamos como niños para poder entrar en el Reino de los Cielos. 
La Virgen en Fátima se les apareció a sencillos pastorcitos. Y en Guadalupe a un indiecito iletrado...
La sencillez, la moderación, la masedumbre son las características de los preferidos de Dios...
Entonces, si te busca humilde y pequeño, porqué insistes en la altivez y la presunción? 
Jesús no buscó a los sabelotodos y eruditos para que fueran sus apóstoles. Sino a simples y modestos pescadores, capaces de expresar la "sencillez grandiosa" de la Buena Nueva. No deseó a su lado ni a sabios autosuficientes, ni a petulantes narcisistas...


Cómo te calificas a ti mismo? 
Es acaso el tuyo un corazón sencillito y llano? 
Te paras frente a los demás como un académico que da cátedra, con vanagloria y soberbia?   O te reconoces como un simple caminante de las sendas del Señor tan pecador y contradictorio como cualquiera?
Mira como va tu vida...y si deseas crecer saca los artificios y las vanidades. Vuelve a tu naturalidad original...esa, que ama nuestro Dios y a la que nos invita cotidianamente...
@Ale

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