En realidad somos pequeños. Limitados y pequeños. No alcanzamos a ver todo el camino con claridad. Solo Dios es el que sabe.
De allí que la prudencia y la humildad deben ser una constante en nuestras vidas. Cada vez que consideremos que los logros son nuestros, recordemos que los dones son regalos, que los logros son de Dios y que el éxito no existe...
Como decía mi abuela: "cuando se les suban los humos y se vuelvan engreídos, recuerden que estamos hechos de barro"...
@Ale Vallina

Comentarios