Dios nos creó a cada uno con tanta dedicación y amor, que desear ser otro, distinto del que soy es casi un desprecio a su acción en nosotros...
Esto no quiere decir "mejorar y evolucionar" como personas...pero siempre aceptando lo que Dios nos ha regalado y que nos hace únicos y especiales. En esta aceptación radica la felicidad...
Ale Vallina

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