La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra.
Mt. 2, 9b-11

Cada vez que leo este pasaje del evangelio de Mateo, me pregunto seriamente si me postro ante Jesús y su Madre. Y mirándome con los ojos del corazón me interrogo sobre los dones que yo le ofrezco a Jesús...
Sigo la estrella de Belén que me lleva a Jesús?
Me postro ante Jesús y su Madre?
Me postro ante otros "Jesuses" de mi mundo cotidiano? Niños sin vivienda, que duermen en pesebres cada día, que no tienen alimentos. Niños y adultos desamparados en total estado de pobreza y abandono?
Qué le ofrezco a Jesús presente en mis hermanos? Les regalo mi tiempo? Mi oído y mis abrazos? Les ofrezco alimentos, vestimenta? Colaboro con ellos, ayudándolos en sus necesidades? O me quedo mirando las escenas de necesidades que se presentan ante mis ojos, sin involucrarme, sin ofrecer "regalos"?
Que esta noche, podamos como los Reyes Magos postrarnos ante el verdadero Rey...y llevarle obsequios...
Los "Jesuses" de hoy esperan esta noche ( y todas) que nos acerquemos a ofrecerles contención, sonrisas, abrazos, alimentos, ropa, que participemos en sus causas de pedidos de justicia, que les abramos los brazos, que no los discriminemos...
Ayúdanos Señor a no ser espectadores de "escenas", sino a involucrarnos en los milagros...Amén.
@ Ale Vallina.

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