Recordar
cómo he ido encontrando a Jesús, cómo lo he ido conociendo, qué camino he
seguido en mi encuentro con Él, en mi conversión. Hacer una lectura de mi
historia como historia de Salvación, valorando los sucesos como buenos o malos
según me han acercado o alejado de Él. Pensar en mi vocación. Dios cuenta
conmigo: ¿para qué? Dios me llama: ¿cómo? Buscar la Palabra de Dios en mi vida,
reconocer su llamamiento. Presentar ante Dios mi resistencia, mi miedo, mi
apego, mi servicio a dos señores. Sencillamente, confiadamente, como el enfermo
enseña al médico su enfermedad. Y pedir luz, ayuda...
José
Enrique Ruiz de Galarreta sj
Comentarios