«El no creer condena»
No podemos negar que el infierno y la condena eterna, han sido dos de los grandes pilares que durante mucho tiempo has surcado nuestros libros de catecismo y las predicaciones en nuestras iglesias. La condena y el infierno han torturado las conciencias de muchos cristianos durante generaciones y generaciones. Esta concepción enferma de la fe construyó un dios sádico que observaba impávido nuestras actitudes siempre dispuesto a castigar las malas acciones. Pero el desarrollo de la humanidad nos ha revelado una gran verdad: y es que, la mirada que el ser humano tiene sobre Dios es reflejo de la concepción que logra tener de sí mismo. Según la comprensión que tiene de sí mismo, construye una imagen de Dios que muchas veces no responde a la realidad divina. Cuanto más inútiles nos enseñaron a reconocernos por alcanzar nuestras metas más sádico ha sido el dios que supimos construir. Cuanto más capaces nos hemos reconocido de conseguir lo que deseábamos más inútil vemos la necesidad de