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Mostrando entradas de julio 27, 2014
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Jesús se da. Se nos da. Y esto sucede justamente porque Jesús es Dios. Él es el "Dios con nosotros", el que optó por abajarse hasta ponerse tan cerca de nosotros como nadie lo estuvo nunca antes. Jesús es el que decidió “amarnos hasta el e xtremo y quedarse a nuestro lado hasta el fin de los tiempos". Este Jesús que se dona a sí mismo mora en nosotros, habita nuestra historia y nuestro presente. Ama nuestra condición de seres humanos y, precisamente, porque nuestra “humanidad” no le resultó indiferente es que la asumió, la disfrutó y la padeció. Por eso mismo es que tan bien nos conoce y comprende. Su alegría es, sin dudas, que nosotros encontremos la alegría en Él. @Ale Vallina Imagen tomada de la web
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Señor, Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo/a. Tu Espíritu empapa todos los momentos de mi vida. Gracias por tu gracia y por tu amor que derramas sobre mí. Gracias por tu constante y suave invitación a que te deje entrar en mi vida. Perdóname por las veces que he rehusado tu invitación, y me he encerrado lejos de tu amor. Ayúdame a que en este día venidero reconozca tu presencia en mi vida, para que me abra a Ti, para que Tú obres en mí, para tu mayor gloria. Amén. San Ignacio de Loyola
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"Ignacio de Loyola es uno de esos hombres que tuvo el don del discernimiento. Supo de un modo vigilante escuchar el paso del Espíritu. Su talante de discernimien to lo ofrece a la comunidad cristiana para que ésta pueda, en virtud de una sabiduría acumulada en la Iglesia y sistematizada por él, "adiestrarse" en el discernimiento. Ignacio sabe "por experiencia" que Dios se comunica con sus criaturas. Lo experimentó en sí mismo y nos dio las pistas y los criterios para entender el "lenguaje" de esta comunicación. Discernir es distinguir el lenguaje que "procede del Padre y del Hijo" y el lenguaje tramposo que surge de nuestro "yo" personal y comunitario o que nos llega tentadoramente de este mundo "normal y natural". En este sentido Ignacio habla de discernimiento de espíritus en plural" Toni Catalá. Gentileza: Centro Arrupe Jesuitas Valencia
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Admiro profundamente a las personas capaces de decir la verdad delante de los poderosos y autoritarios y de oponerse a las injusticias y a los atropellos. De desafiar a los abusivos y a la maldad aun a costa de su propio bienestar. En estos días he tenido la bendición de estar con esa clase de gente. Pacíficos pero firmes. Serenos y a la vez muy seguros. Claros en sus miradas y con sus corazones ardientes. No se puede ni se debe concertar con el mal y con las tropelías. Lo malo es malo, acá y en la China. Y lo bueno siempre procede de Dios. Me nace, pues este agradecimiento, que deseo compartir con ustedes, porque siempre hay personas que se convierten en modelos de vida, por su actuar y por su “modo de proceder” (término bien ignaciano que representa concretamente lo que deseo exponer aquí). Por esas personas que el Señor pone en mi camino quiero dar gracias hoy. Porque siento que son invitaciones de lo alto para oponerme con armas pacíficas pero firmes a toda clase de atropellos a
«Lo más valioso está en ti»
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«En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra. También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido todo esto?». Dícenle: «Sí». Y Él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas