El ángel del anuncio te tomó de la mirada e introdujo su voz hacia tu entraña. La voz al interior se ha vuelto carne dejándote habitada. Alrededor medrosas tornáronse las flores ruborizadas. Dulce mujer poblada por un niño. Venancio Lisboa
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Mostrando entradas de diciembre 1, 2013
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Cada año, cada Adviento siento que es una oportunidad para volver a redescubrir a Jesús que trae grandiosos regalos para cada uno de nosotros. Acompañando a María durante su embarazo voy percibiendo a Jesús a través de su Madre… Cada Adviento me trae novedades, porque yo soy otra. En estos meses he conocido nuevas vivencias. He atesorado experiencias frescas, flamantes costumbres, he adquirido un poco más de madurez y he transitado alegrías y decepciones…Cada año soy la misma y a la vez distinta. Por eso cada Adviento tiene un color particular. El Niño siempre viene a traernos paz, amor y esperanza, pero cada año esos sentimientos adquieren un matiz único, propio de la etapa vital en la que me encuentro. Deseo acompañarte María en estos días. Quiero ver nacer a tu hijo en el establo de mi corazón. No dudo de que este nuevo nacimiento trae lo que hoy necesito para crecer, lo que mi espíritu anhela para brindarme a los demás. “Jesús hace nuevas todas las cosas”, por eso
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“¡África, alaba al Señor! Todas tus gentes y tus tierras, Desde El Cairo hasta Ciudad del Cabo, Desde Dar es Salaam a Lagos... ¡Alabad al Señor! Todas los seres grandes, El monte Kilmanjaro y el río Nilo, El valle Rifa y la llanura de Serengeti, Los gordos baobabs y los umbrosos árboles del mango, Los eucaliptos y los tamarindos, Los hipopótamos y las jirafas y los elefantes... ¡Alabad al Señor! Todos los seres pequeños, Las hacendosas hormigas negras y las pulgas saltadoras, Los renacuajos coleantes y las larvas de mosquito, Las langostas voladoras y las gotas de agua, Los granos de polen y las moscas tse-tse, Los granos de mijo y los higos silvestres... ¡Alabad al Señor! Todas las cosas afiladas, Las puntas del sisal y las altas cañas, Las lanzas de los Masai y las flechas de los Turkana, El cuerno del rinoceronte y los dientes del cocodrilo... ¡Alabad al Señor! Todas las cosas suaves, El serrín y las cenizas y la lana, Las esponjas y lo
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Yo soy Nelson Mandela Cuando me levanto y veo en los periódicos o en facebook los pequeños y grandes homenajes que desde los mandatarios estatales a las personas de a pie de todos los rincones del mundo hacen hoy a Nelson Mandela, me digo que sin ninguna duda el ser humano anhela y abraza la generosidad, la coherencia, la grandeza de espíritu, la positividad, la alegría, la capacidad de amar, la libertad y la dignidad de un hombre referente del s. XX y de nuestro yo más profundo y verdadero. Podríamos hacer aquí un alegato a favor de un hombre bueno, pero eso lo tienen hoy mejor y más extenso en cualquier medio de comunicación. Para mi hoy la llamada es a hacernos cargo de la humanidad más profunda, como Madiba hizo durante gran parte de su vida. Es fácil e intuitivo publicar sus palabras, retwittear sus pensamientos y legados para la historia, pero creo que como cristianos y cristianas lo más interesante sería dejarnos interpelar por su vida y descubrir lo que él veía e intuí
Vale la pena esperar...Él está llegando...
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No debes definirte a partir de las personas, ni a partir de sus elogios ni de sus reproches, pues llevas en ti un núcleo que es inmediato a Dios y en el que eres querido incondicionalmente por Dios mismo. En ese núcleo puedes encontrar la paz que los seres humanos no pueden darte ni arrebatarte. Piet van Breemen S.J.
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Qué inestimable gracia representa poder reconocer y apreciar todo cuanto es bueno en nosotros y en nuestra vida. Lo suficientemente bueno como para merecer nuestro amor, nuestra lealtad, nuestra dedicación y nuestra humilde gratitud. Lo bastante bueno quiere decir que hay algo que se encuentra entre el perfeccionismo y la mediocridad. Leo Rock sj
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Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino". Los discípulos le dijeron: "¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?". Jesús les dijo: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos respondieron: "Siete y unos pocos pescados". Él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los
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Todos los años al llegar el adviento sabemos que ingresamos en un tiempo especial de preparación para celebrar la navidad. Y como todos los años también repetimos aquella famosa frase “este año quiero prepararme bien para la navidad”, pero al final terminamos repitiendo casi las mismas palabras que el año anterior “se me vino la navidad encima y no me dio tiempo para nada…” Por eso pregúntate: ¿Cómo quiero recibir la navidad? ¿Dónde desearía recibir al Hijo de Dios? ¿Qué ámbitos o zonas de mi vida necesitan luz de esperanza? P. Javier Rojas sj
Adviento: Tiempo de preparación a la verdadera fiesta.
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Volvamos a celebrar la Navidad como es: el nacimiento del Hijo de Dios. No, la fiesta de un señor mayor barrigón y sonriente que nos estimula al consumo desmedido, que empobrece nuest ros bolsillos y nuestros corazones. Navidad es tiempo de pesebre, de esperanza genuina y de locura de Amor. Es la fiesta en torno a un recién nacido que trae fe y promesas a este mundo. Creemos en un Dios encarnado, nacido del seno de María en la sencillez de un pesebre que nos pasma. No, la fiesta de la comida y la bebida en exceso, de la velocidad y de las compras…Ni de las luces de colores. Démosle espacio al asombro y a la ternura de Dios. Abramos nuestros corazones al Misterio...Abandonemos los Papá Noel y “Santas” de shopping, inventados por quién sabe qué cadena de consumo… Volvamos al origen de la Navidad: el Nacimiento de Jesús. ¿Y si nos animamos de verdad a decirle NO a lo que no es. Y SI a lo que sí es? @Ale Vallina.
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¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? ¡Ahora! Ven pronto, ven, que el mundo gira a ciegas ignorando el amor que lo sustenta. Ven pronto, ven, Señor, que hoy entre hermanos se tienden trampas y se esconden lazos. Ven, que la libertad está entre rejas del miedo que unos a otros se profesan. Ven, ven, no dejes ahora de escucharnos cuando tanto camino está cerrado ¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? ¡Ahora! ¿No has de ser la alegría de los probres, de los que en ti su confianza ponen? ¿No has de ser para el triste y afligido consuelo en su pesar, luz en su grito? ¿Quién pondrá paz en nuestros corazones si tu ternura y compasión se esconden? ¿Quién colmará este hambre de infinito si a colmarlo no vienes por ti mismo? ¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? Ahora
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La encarnación es un misterio que nos deja sin palabras ¡Dios, decide encarnarse por AMOR! Se hace pequeñito como un bebé para poder entrar en nuestro corazón-pesebre y crecer allí. Señor, tan grande y tan pequeño a la vez. Necesitamos de tus primeros balbuceos para aprender a pronunciar palabras de amor. Necesitamos de tus primeros pasos para aprender a caminar por las sendas del bien. Necesitamos de tu Madre, la nuestra, para aprender a decir SI, a su modo. Necesitamos de tu ternura de recién nacido para acoger entre nuestros brazos a todos los niños del mundo. Necesitamos de tu deseo de leche, alimento de tu Madre, para reconocernos instrumentos nutricios de nuestros hermanos. Ven Jesús a nuestros pesebres. Nace y crece allí…Te esperamos con gozo y esperanza. Nuestros corazones desean recibirte porque sin tu presencia se secan. @Ale Vallina
La vigilancia nace de una promesa
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« 37 Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Pues como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. 40 En aquel entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra dejada. 42 Velad, pues, porque no sabéis en qué día viene vuestro Señor. 43 Pero sabed esto: Si el dueño de casa hubiera sabido a qué hora habría de venir el ladrón, habría velado y no habría dejado que forzaran la entrada a su casa. 44 Por tanto, estad preparados también vosotros, porque a la hora que no pensáis, vendrá el Hijo del Hombre. » Mt 24, 37-44 En el famoso libro de Saint-Exupéry, “El principito”, encontramos una clave