La cizaña y la traición
Sábado 23 de julio Con Jesús por la mañana. En el grupo de amigos de Jesús también estaba Judas, quien lo traicionó por sus proyectos personales. En el corazón de cada uno de ellos también creció la cizaña de la traición y el abandono. Sin embargo, sabiendo Jesús que sería traicionado y abandonado no los culpó, ni los expulsó, ni los corrió de su grupo por su deslealtad. A amigos y traidores, elegidos y desleales, llamados y cobardes, el corazón de Jesús los perdonó, los siguió invitando a su lado. Vivió el dolor de la traición que creció como cizaña en su grupo de amigos y en el corazón de cada uno de ellos. Pero Él se ocupó de hacer crecer aún más el trigo que de arrancar la cizaña. Ofrezco mi día por las intenciones del papa. ¿He traicionado a otros? ¿Me he sentido traicionado? ¿Puedo perdonar para que crezca la misericordia y la caridad? Con Jesús durante el día. «Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha» (Jn 13, 30). ¡No desesperes! ¡No te castigues! Ap