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Mostrando entradas de mayo 17, 2015

Solemnidad de Pentecostés

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E n aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."  Juan  15,26-27.16,12-15. No dejan de maravillarme las historias personales. Este último tiempo he escuchado historias preciosas, duras, sacrificadas y sorprendentes. La vida es un misterio y el corazón del hombre el lugar donde guardamos celosamente. Cuando ingresé a la Com
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Hay pastores y pastores con "olor a oveja". Monseñor Romero fue de estos últimos. Siempre entre su gente pobre y campesina vivió como predicó. Sin dobles discursos llevó a todos el mensaje del Reino de Dios y su justicia. No sólo predicó el evangelio desde un púlpito, sino que vivió el evangelio hasta sus últimas consecuencias, entregando su vida hasta morir defendiendo a su pueblo. Era de esos hombres a los que uno admira apenas conoce su historia. Defendió a los indefensos  sin arengar nunca a la violencia. Jamás se quedó callado, sino que denunció cada atropello con ahínco, convirtiéndose en la voz de los "sin voz". Hoy, este hombre justo, no resucita solamente en el pueblo salvadoreño. Toda la Iglesia universal se arrodilla frente él para pedirle que interceda ante el Padre en la construcción de un mundo más solidario, justo y amoroso. Un mundo como el que él soñaba y por el que fue martirizado... Gloria a Dios. @Ale Vallina.
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El martirio es una gracia de Dios que no creo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea la semilla de libertad y la señal de que la esperanza será pronto una realidad. Monseñor Romero
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“Nuestra fe en Jesús no es fe en que Cristo, el Hijo de Dios, vivió hace mucho tiempo, obró grandes milagros, ofreció sabias enseñanzas, murió en una cruz y resucitó de una tumba. En primer lugar, significa que aceptamos plenamente la verdad de que Jesús vive en nosotros y cumple su ministerio divino en nosotros y mediante nosotros. Esta conciencia espiritual de Cristo viviendo en nosotros es lo que nos permite afirmar rotundamente el misterio de la encarnación, la muerte y la resurrección como hechos históricos. Es Cristo en nosotros el que revela al Cristo en la Historia.” HENRI NOUWEN
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"Se dice que los pobres le enseñaron a monseñor Romero a leer y entender el Evangelio, cuyo significado profundo había estado oculto para él tras las gruesas paredes de los seminarios, las parroquias y los cargos eclesiásticos. Sus ovejas nunca le abandonaron, pero él tampoco las abandonó a ellas: en pro-seguimiento de Jesús, se convirtió en su pastor en todo su sentido, ya que las protegió de sus depredadores hasta dar su vida por su pueblo. Se convirtió en voz de los sin voz, como reza el libro de la UCA publicado tras su muerte (uno de los editores, Ignacio Martín-Baró, es también mártir tras la matanza ocurrida en la universidad en 1989). Con monseñor la palabra de los salvadoreños subió hasta Dios, cumpliéndose así el texto: he escuchado el clamor de mi pueblo, he visto la opresión con que le oprimen”. Este 23 de mayo Mons. Romero será beatificado.  Ángel García Forcada
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Vivir con fe en este tiempo es un signo de abandono y confianza. Hoy cuando más que nunca están de moda las “previsiones” de todo tipo, tener fe es sinónimo de locura. Confiar en Dios y tener fe en Él cuando la realidad que vivimos parece contradecir todas sus promesas es un gesto inmenso de amor y confianza en su providencia. Tener fe en Dios es entregarle mi confianza. Es ofrecerle mi vida y la de los que quiero para que bajo su protección marchemos hacia adelante aún y en medio de las dificultades. Confiar en Dios no significa que desaparecerán las luchas y las pruebas... Es confiar en que me sostendrá en la tempestad, y, si caigo, me levantará.  En definitiva tener fe es fundamentar mi vida en una única certeza que «somos amados desde lo alto de los cielos y desde lo ancho de la tierra.»  P. Javier Rojas sj
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Espíritu Santo sopla en mi vida. Sopla con fuerza. Muéveme a tu ritmo perfecto, infinito, admirable.  Sopla sobre mis miserias y mezquindades. Regálame tus dones porque mi pobreza los necesita para vivir. Obra dándome sabiduría e inteligencia. Hazme vibrar con tu piedad y paciencia. Llámame al sano temor de Dios que me impulse a buscar el bien. Espíritu de Dios bríndame la gracia de la ciencia y ayúdame a ser dócil al don del consejo. Despierta en mí lo bueno y lo santo. Toma posesión de mi vida y no me dejes caer ni en la vanidad ni en el orgullo ni en la hipocresía. Espíritu Santo, ven. Sopla con fuerza y lléname con tu amor. Esparce tu perfume en mi vida y no permitas que me aleje de tu luz. Amén. @Ale Vallina
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Una nueva santa Carmelita Descalza para la Iglesia: La hermana María de Jesús Crucificado, (Mariam Baouardy, 1846 – 1878), “la arabita”, como la llamaban, o “la pequeña nada”, como ella misma se llamaba, hermana conversa del Carmelo Descalzo de Belén, fue inmensamente enriquecida por el Señor con virtudes heroicas, gracias místicas y fenómenos extraordinarios al punto de ser reconocida bellamente en la expresión del escritor francés Maurice Barrès como “un alma en un cuerpo d e asunción, incapaz de vértigos al momento de ser elevada al cielo”. Después de la muerte prematura de doce hermanitos, Mariam fue el fruto de un voto hecho por sus padres a la Virgen María. Ella entra al mundo el cinco de enero de 1846 en Abellin (cerca de Nazareth) y fue bautizada según el rito greco-católico. Su infancia y su adolescencia conocieron innombrables peripecias. Después de ser conducida de Alejandría a Jerusalén, de Jerusalén a Beirut, la Mano de Dios la llevó hacia los campos de Francia en Marsel
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Ascensión del Señor.

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E ntonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."  El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.  Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas;  podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".  Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.  Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.  Mc  16,15-20.   Celebramos la Ascensión del Señor. Los evangelios de estos domingos de Pascua nos han ido trayendo poco a poco hasta este momento. Los primeros relatos pascuales nos comunicaron la necesidad que tuvieron los primeros seguidores de Jesús en ser fortalecidos en su fe. No terminaban de dar crédi