«Los deseos marcan el rumbo »
La sola voluntad no basta Jesús al comenzar su ministerio realizó una de las preguntas más profundas que se puede hacer al hombre y la mujer de todos los tiempos. “¿Qué buscas?” Y esta pregunta no se dirige solamente a clarificar o tomar conciencia de aquello que quiero y deseo, sino que también interroga por el horizonte hacia dónde nos dirigimos. En este sentido la pregunta de Jesús es doble. Por un lado la pregunta “¿Qué buscas?” es un cuestionamiento que está dirigido al corazón. Y por otro, de esa misma pregunta se desprende esta otra; “¿Hacia dónde te diriges?” Esta interroga por el camino que estás tomando. Es decir, es una pregunta que en su doble dimensión trata de aclarar si el corazón y voluntad están en armonía, en comunión. Porque a veces dirigimos nuestra marcha hacia un horizonte totalmente contrario a nuestros deseos más nobles. Caminado Jesús sólo por las márgenes del río Jordán, percibió que dos hombres lo seguían. ¿Qué buscan estos hombres