DIA 9 Con Jesús por la mañana. “Yo planté, Apolo regó, pero era Dios quien hacía crecer. De manera que ni el que planta ni el que riega son nada, sino Dios que hace crecer. El que planta y el que riega trabajan en lo mismo, cada uno recibirá su salario según su trabajo. Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios.» (1Cor 3,6-9). El crecimiento interior no es una carrera por el "trofeo" sino una experiencia de Dios. Con Jesús durante el día. Durante mi tarea cotidiana dejaré que Dios riegue las semillas de paciencia, tolerancia, bondad y amor que sembró en mí. No reaccionaré con agresiones ni palabras groseras a los demás. Con Jesús por la noche. Agradezco lo que viví hoy. Recojo los sentimientos y pensamientos más fuertes del día. ¿Hacia dónde me han conducido? Hoy, ¿me dejé llevar por la semilla de la intolerancia? Pido perdón. Mañana, estaré más atento para no dejarme mover por semillas que hieren a los demás.
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Mostrando entradas de abril 3, 2016
Siembra buenas palabras
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DÍA 8 Con Jesús por la mañana. El trabajo del agricultor es silencioso. Trabaja el campo con esfuerzo y pocas veces sabemos de sus sacrificios. Nuestro campo es el propio corazón. No juzgues a tu hermano por lo que simplemente ves. ¿Conoces el esfuerzo que hace por mejorar o los padecimientos que tiene? Estamos llamados a ser agricultores solidarios que contribuyen a que el corazón de los demás dé buenos frutos. Reconoce los esfuerzos de los demás en lugar de criticar. Todos necesitamos palabras de aliento. Con Jesús durante el día. Hoy no criticaré ni juzgaré a los demás por lo que veo. En lugar de resaltar sus fallos y errores, reconoceré sus logros y aciertos. Con Jesús por la noche. Agradezco por el día que termina. ¿Con qué sentimientos termino el día? Hoy, ¿Reforcé positivamente a los demás? Pido perdón. Mañana, estaré más atento para reconocer los aciertos y logros de los demás.
Cultivar el don de Dios
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DÍA 7 Con Jesús por la mañana. Nuestro corazón es el campo del Señor. Todos somos pequeños agricultores. Él nos confía el cultivo de esa parcela. El Señor siembra la buena semilla en nuestro corazón, y el fruto dependerá de nuestro trabajo y de su gracia. Cuidemos la semilla de amor y bondad, de misericordia y alegría que el Señor ha sembrado en nosotros para que fructifique a su debido tiempo. Con Jesús durante el día. A lo largo del día haré contacto con la buena semilla que Dios ha sembrado en mi corazón para cuidarla y hacerla crecer. ¿Qué semillas debo abonar este tiempo? Con Jesús por la noche. Agradezco las semillas de bondad que los demás han sembrado en mí. Hoy, ¿sembré semillas de misericordia, bondad, alegría en los demás? Pido perdón. Mañana, cuidaré mejor mis palabras y acciones para no sembrar mala semilla.
Personas responsables
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DÍA 6 Con Jesús por la mañana. “El hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico - social. No obstante, cuando en el ser humano se daña la capacidad de contemplar y de respetar, se crean las condiciones para que el sentido del trabajo se desfigure. El ser humano es capaz de ser por sí mismo agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su desarrollo espiritual.” (Laudato Si, 127) Con Jesús durante el día. Durante el día de trabajo pondré en el centro de mi quehacer a las personas que me rodean. Respetaré sus lugares, sus tareas, sus espacios, sus deseos. Diré a lo largo del día, "permiso, por favor, gracias". Con Jesús por la noche. Agradezco las experiencias del día. ¿Cuáles han sido mis sensaciones al tratar a los demás con respeto y cordialidad? Hoy, ¿realicé mis tareas con dedicación y responsabilidad? Pido perdón. Mañana, realizaré mis tareas laborales sabiendo que el trabajo es un don de Dios.
Asegurar la creación
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DÍA 5 Con Jesús por la mañana. “En cualquier planteo sobre una ecología integral, que no excluya al ser humano, es indispensable incorporar el valor del trabajo... Según el relato bíblico de la creación, Dios colocó al ser humano en el jardín recién creado (Gn 2,15) no sólo para preservar lo existente (cuidar), sino para trabajar sobre ello de manera que produzca frutos (labrar). Así, los obreros y artesanos "aseguran la creación eterna" (Eclo 38, 34).” (Laudato Si, 124) Con Jesús durante el día. Hoy, durante el día preguntaré; Mis acciones ¿Cuidan mi entorno, las personas que habitan, los bienes que tengo a mi cargo, las relaciones con los demás? Con Jesús por la noche. Agradezco a Dios por el día y las experiencias vividas. Hoy, ¿valoré suficientemente que tengo trabajo? Pido perdón. Mañana, haré el propósito de hacer fructificar aquello que hoy no he podido. Seré generoso en mi trabajo.
Sentido de vida
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DÍA 4 Con Jesús por la mañana. «Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal.» (Laudato Si,128) Con Jesús durante el día. Hoy me propongo realizar mis trabajos meditando en que es el medio que Dios me regala para crecer y transformar el mundo. Con Jesús por la noche. Agradezco el día que termina. ¿Con qué sentimientos termino el día? Hoy, ¿supe colaborar y formar equipo de trabajo con otras personas? Pido perdón. Mañana, buscaré a manera de superar el individualismo laborar para trabajar con otros.
Bajado del cielo
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DÍA 3 Con Jesús por la mañana. "Mi Misericordia es más grande que tus miserias y de aquellas del mundo entero. ¿Quién ha medido mi bondad? Por ti he bajado del cielo a la tierra, por ti me he dejado poner en la Cruz, por ti he permitido que fuera abierto con una lanza mi Sagrado Corazón y he abierto para ti una fuente de Misericordia." (Sor Faustina Kowalska. Diario 1485) Con Jesús durante el día. Hoy seré misericordioso con las personas que no me simpatizan. Sonreiré y seré especialmente amable con ellas, reconociendo la esencia de bondad que habita en mi corazón. Con Jesús por la Noche. Agradezco lo vivido en el día, ¿Con qué sentimientos acabo el día? Hoy, ¿aprendí a superar las dificultades que se me presentaron por medio del diálogo? Pido perdón. Mañana, me esforzaré por ser paciente con las personas que no me simpatizan. Pediré a Dios que me ayude a acortar las distancias.