Cultivar el don de Dios
DÍA 7
Con Jesús por la mañana. Nuestro corazón es
el campo del Señor. Todos somos pequeños agricultores. Él nos confía el cultivo
de esa parcela. El Señor siembra la buena semilla en nuestro corazón, y el
fruto dependerá de nuestro trabajo y de su gracia. Cuidemos la semilla de amor
y bondad, de misericordia y alegría que el Señor ha sembrado en nosotros para
que fructifique a su debido tiempo.
Con Jesús durante el día. A lo largo del
día haré contacto con la buena semilla que Dios ha sembrado en mi corazón para
cuidarla y hacerla crecer. ¿Qué semillas debo abonar este tiempo?
Con Jesús por la noche. Agradezco las
semillas de bondad que los demás han sembrado en mí. Hoy, ¿sembré semillas de
misericordia, bondad, alegría en los demás? Pido perdón. Mañana, cuidaré mejor
mis palabras y acciones para no sembrar mala semilla.
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