"Deja que pronuncie"
¿Por qué no soy feliz? A menudo escucho decir ¿por qué no soy feliz si tengo todo para serlo?. Cada vez y con mayor frecuencia las personas se están animando o atreviendo a decir en voz alta y sin tapujos “No soy feliz”. Tengo todo, pero no soy feliz. Lo sorprendente de esto es que las personas que hoy se atreven a expresar su descontento con la vida que llevan, son las que hasta ayer vivían pensando “si yo pudiera tener, conseguir, lograr, alcanzar, llegar…” Los que hoy se animan a confesar lo inútil que han sido sus esfuerzos por conseguir la felicidad corriendo detrás de todo aquello que le sugerían, son los que pueden reconocer que el tener no garantiza la plenitud del ser… Pero claro, como siempre hay algo nuevo por poseer se tarda en reconocer que la felicidad no está fuera de nosotros, en algo que se pueda poseer. Sino que está dentro de cada uno, en lo que somos. Pero, ¿quiénes somos? El evangelio de Marcos en el que se relata el Bautismo de Jesús