«Un Amor sin estrenar»
« 29 Inmediatamente después de haber salido de la sinagoga, fueron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo (Santiago) y Juan. 30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y enseguida hablaron a Jesús de ella. 31 El se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía. 32 A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados. 33 Toda la ciudad se había amontonado a la puerta. 34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era El. 35 Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba. 36 Simón y sus compañeros salieron a buscar a Jesús. 37 Lo encontraron y Le dijeron: "Todos Te buscan." 38 Jesús les respondió: "Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique también allí,