Jesús y aquellos que no cuentan
Martes 19 de julio
Con Jesús por la mañana. “Porque se ha fijado en la humillación de su
esclava...colma de bienes a los hambrientos… socorre a Israel su siervo” (Lc 1,
48/53/54). Jesús se hizo amigo de los últimos, vino al mundo por una mujer, que
en la sociedad de Jesús no cuenta. Frecuentó con pecadores, con pobres, comió
con recaudadores de impuestos y no tuvo reparos en permitir que las prostitutas
estuvieran entre sus seguidores. Jesús miró con amor a los últimos, se acercó a
ellos y los perdonó, los alivió, los atendió en sus necesidades. Ofrezco mi día
a Jesús. ¿Cuál es mi actitud con los últimos de la sociedad? ¿Cómo los miro?
¿Me acerco a ellos?
Con Jesús durante el día. «El que hace la voluntad de mi
Padre que está en el cielo, ése es mi hermano» (Mt 12, 50). ¿Te privas de algo
por el bien de los demás? Haz un pequeño sacrificio por aquel que necesita de
ti. Que tus gestos de amor sean igual al que Jesús tiene contigo. ¡Ama sin
buscar recompensa!
Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Cómo viví el sacrificio en
favor el prójimo? ¿Pude acercarme a los más olvidados? Pido perdón. A partir de
mañana haré propósito firme de integrar a mi vida los últimos de la sociedad.
Pido para que los pueblos indígenas sean integrados a la sociedad respetando
sus tradiciones y su cultura.
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