Una
vida no posesiva es una vida libre. Pero esta libertad solamente es posible
cuando tenemos un sentimiento profundo de pertenecer. ¿A quién pertenecemos?
Pertenecemos a Dios, y el Dios al que pertenecemos nos ha enviado al mundo para
proclamar en su nombre que toda la creación ha sido hecha en y con amor, y que
nos llama a la gratitud y el gozo. Eso es lo que significa una vida desapegada.
Es una vida en la que somos libres para ofrecer nuestra alabanza y gratitud.
Henri
Nouwen.
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