El agradecimiento no minimiza nada, sino que deja que las cosas y las personas brillen en todo su esplendor.  Pero la persona agradecida tampoco se minimiza a sí misma, porque la actitud agradecida y el complejo de inferioridad son incompatibles.  Anthony de Mello afirmaba: “Es inconcebible que alguien pueda estar agradecido y ser infeliz”.  Y el psiquiatra alemán Albert Görres observa la misma incompatibilidad: “No se puede estar al mismo tiempo descontento y agradecido”.
Piet van Breemen SJ
 

Comentarios