Los que
transitamos la mediana edad, además de las canas que comienzan a poblar nuestras
cabezas y de ciertas limitaciones físicas incipientes, gozamos de muchos
beneficios que son producto de la experiencia de vida. Apreciamos más la belleza que nos circunda,
damos más tiempo para degustar una rica comida, una charla con amigos o la
lectura de un buen libro. Nos regocijamos con algún tema musical que nos sobrecoge y entusiasma. Ya no corremos con tanta prisa intentando cumplir
metas o perseguir resultados exitosos.
Si por
éxito entendemos poseer dinero, puestos de poder, y tener trato con personas
influyentes o acaudaladas es mejor “pasar de largo”.
El
verdadero éxito en esta vida es ser coherentes entre lo que pensamos, sentimos
y actuamos. Éxito es tener un hogar cálido y una familia unida, amigos verdaderos
en los que podemos confiar. Es caernos
mil veces y levantarnos mil y una vez más. Es compartir lo mucho o poco que
poseemos…El verdadero éxito no se encuentra en una cuenta bancaria abultada, ni
tampoco en acumular diplomas, posgrados y premios que dormirán en una repisa…El
éxito es trabajar con ahínco y que ese trabajo nos alegre porque está al
servicio de los demás. La fama, la notoriedad, la gloria personal nos vuelven vanidosos
y engreídos. El poder desmedido se contrapone a los valores que nos legó Jesús.
O no es acaso cierto que el deseo desmesurado de poder y de riquezas desatan
las guerras, las peleas entre familiares y hasta divisiones en comunidades
religiosas. La humildad es la cara opuesta al poder. Los humildes “hacen mucho”
pero con discreción.
Que nuestro
ruego de hoy tenga que ver con que los ejemplos de personas humildes nos sirvan
de inspiración y se hagan carne en nosotros.
Caminemos
más despacio, disfrutando del paisaje y alejándonos de todo lo que nos corrompe y nos vuelve insensibles. Jesús se distanció de
la opulencia y vivió por y para los
sencillos, los pobres, y los enfermos…
Que los que
recorremos la mediana edad descubramos dónde poner el corazón y las manos...
Así como entre los que nos antecedieron hubo personajes que nos marcaron para
bien, a los que deseamos emular…que los que vienen detrás consideren que lo
realizado por nosotros es base firme y buena donde seguir edificando…
@Ale
Vallina
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