La amistad requiere una constante disponibilidad para
perdonarse el uno al otro por no ser Cristo, y una disponibilidad para pedirle
a Cristo mismo que sea el centro. Cuando Cristo no media en una relación, esa
relación fácilmente se convierte en exigente, manipuladora, opresiva, una arena
para muchas clases de rechazo. Una amistad sin mediación no puede durar mucho:
simplemente esperas demasiado del otro y no puedes ofrecer al otro el espacio
que necesita para crecer. La amistad requiere cercanía, afecto, apoyo, y
aliento mutuo, pero también distancia, espacio para crecer, libertad para ser
diferente, y soledad.
Henri Nouwen
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