Humildad
Día 14
Miércoles de cenizas.
Con Jesús por la mañana. “Cuídense de hacer obras buenas en
público solamente para que los vean, de lo contrario no serán recompensados por
su Padre del cielo” (Mt 6,1). Inicias un camino espiritual precioso, la
Cuaresma, tiempo fuerte para crecer en humildad. Disponte a ser “humus”, tierra
fértil para que el Señor florezca en tu tus actitudes y el brillo del bien que
hagas sirva para la Gloria a Dios. Vive este día ofreciendo todo lo que te
toque sólo para agradar a Dios y ayudar a los demás. Ofrece por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde. ¿Qué te mueve? Algunas veces podrías experimentarte
desorientado y frustrado porque a pesar de buscar y desear el bien, habitan en
ti actitudes egoístas que te dañan a ti y a otros. Es que nuestras motivaciones
no siempre son tan claras, por momentos tienen matices ambiguos que mezclan
generosidad y egoísmo, compasión y desamor. ¿Dónde estás en este tiempo? ¿Qué
orientación general tienen tus actitudes? Toma conciencia de las fuerzas que
habitan en tu corazón y a dónde te llevan. Repite al ritmo de tu respiración:
“Señor, dame humildad para verme tal cual soy”.
Con Jesús por la noche. Abrirse a Dios. Recoge tu semana y descubre cómo Dios te
ha buscado. Agradece lo recibido, el buen humor, la salud, la belleza, tu
capacidad para trabajar. Mira cómo has vivido. ¿Has actuado con libertad
interior? Descubre alguna realidad, debilidades de carácter, persona o
situación que te haya quitado libertad interior. ¿Estás abierto a recibir la
gracia que necesitas para crecer en libertad? Concreta un compromiso para la
semana que inicias.
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