El Reino es fiesta
Día 16
Con Jesús por la mañana. “Jesús les respondió: ¿Pueden los
invitados a la boda estar tristes mientras el novio está con ellos? Jesús
aclara a los discípulos de Juan el Bautista que su venida es fiesta, es boda y
que Él es la causa de la alegría de la celebración. La amistad con Jesús es
motivo de alegría en nuestra vida aún en medio de dificultades, y más allá de
las circunstancias que nos toquen vivir. ¿Reflejas con tu vida que tu fe es
fiesta? Celebra este día compartiendo un momento gratuito con quien amas.
Ofrece el día por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. Alegría en la
lucha. “Una de las
tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es la conciencia de
derrota que nos convierte en pesimistas quejosos y desencantados con cara de
vinagre” (Papa Francisco). Si fundas tu alegría en los logros o en los aciertos
de la tarea bien hecha, es esperable que la tristeza te invada ante las
expectativas no cumplidas. Has sido elegido por Dios para vivir y ser amado no
para ser perfecto y acertar en todo. Recuerda que la plenitud es un camino y no
un destino. Desecha la aspiración perfeccionista que endurece el alma.
Con Jesús por la noche. Mirar los
sentimientos. Serena
las ideas y recoge tus emociones. Descubre algún detalle de cariño que hayas
recibido y agradécelo. Mira en tu corazón los sentimientos de amor, de alegría
y paz que has sentido hoy. ¿Recuerdas las circunstancias que los despertaron?
Disfrútalos y conversa con el Señor de ellos. Ofrécelos y pide lo que deseas
para mañana.
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