Distraídos y enredados
Con Jesús por la mañana. “¡Estén atentos! Cuídense de la
levadura de los fariseos y de la de Herodes. Ellos discutían porque no tenían
pan” (Mc 8, 15-16). Jesús advierte el engaño de pretender tener la vida bajo
control. No puedes sujetar la realidad a los propios criterios y medidas
desconociendo la acción libre de Dios. Confía que el Creador cuida de ti y del
mundo con generosidad e imaginación y te regala cada día lo que necesitas para
tu plenitud. Suelta la pretensión del control y confía en que Dios cuida de ti.
Ofrece el día por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. Amor que
empobrece. “La avaricia
es el deseo de tener más…el tener bienes acumulados da una aparente seguridad y
a la vez uno se siente más… El deseo de amor al prójimo se deriva en amor al
dinero y a tener más” (Germán Guidi sj). La acumulación desordenada de cosas,
títulos, dinero, es una forma de idolatría. ¿Dónde tienes puesta tu confianza?
¿Qué cosas te dan seguridad y buscas acumular? Da a quienes no tienen eso que
acumulas, te ayudará a crecer en libertad. Pon tu confianza sólo en Dios.
Con Jesús por la noche. Pedir la gracia.
Mira el día. Agradece
los momentos que te han dado paz y alegría. Recuérdalos y vuelve a
disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desafíos enfrentaste hoy. ¿Cómo
respondiste a ellos? ¿Actuaste con libertad, sintiendo amor, esperanza y
confianza por lo que vivías? ¿Sentiste inquietud? Aprendiendo de lo vivido hoy,
pide para mañana la gracia que necesitará tu día para actuar con libertad
interior.
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