Un nuevo milenio, un nuevo pastor en la sede de Pedro, gestos a raudales, una alegría renovada y desbordante en la misma tradición. Francisco ha venido a señalar la importancia de un nuevo Pentecostés en la Iglesia. Lo ha repetido. Es preferible una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma; una Iglesia que esté sujeta a los desafíos de estar en la calle, que una Iglesia encerrada y enferma por la falta de aire...
Vida Nueva

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