Preguntas para la reflexión personal:
- Cómo le demuestro al Señor que lo amo? Con qué gestos, con qué acciones?
- Podría comprometerme más? De responder en forma negativa, por qué creo que no lo hago?
- He podido, con la gracia de Dios, descubrir cuál es mi misión en la vida? De haber respondido en forma positiva, recuerdas cómo fue ese llamado? Qué sentiste?
- Creo que puedo amarlo más y mejor al Señor? Cómo? En quiénes?
- Cuál es mi petición para este día en concordancia con el Evangelio de hoy. Léelo despacio y deja que el Señor te vaya hablando. A continuación formula la petición para este día.
P. Javier Rojas y Ale Vallina.
Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez:«Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas». Le dice por tercera vez:«Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. «En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras». Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho ésto, añadió: «Sígueme».
Juan 21, 15-19
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