Tres clases de almas, tres plegarias:
Soy un arco de violín en tus manos Señor. Táñeme para que no me pudra. No me tañas demasiado fuerte, Señor, que puedo quebrarme. Táñeme fuerte Señor, que más da si me quiebro.
Nikos Kazantzakis
Soy un arco de violín en tus manos Señor. Táñeme para que no me pudra. No me tañas demasiado fuerte, Señor, que puedo quebrarme. Táñeme fuerte Señor, que más da si me quiebro.
Nikos Kazantzakis
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