MI CUERPO ES COMIDA
Mis manos, esas manos y tus manos
hacemos este gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en tu muerte y en tu vida.
Unidos en el pan los muchos granos,
iremos aprendiendo a ser la unida
ciudad de Dios, ciudad de los humanos.
Comiéndote sabremos ser comida.
El vino de sus venas nos provoca.
El pan que ellos no tienen
nos convoca
a ser contigo el pan de cada día.
Llamados por la luz de tu memoria,
marchamos hacia el reino
haciendo historia,
fraterna y subversiva eucaristía
Pedro Casaldáliga.

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