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Qué pide el Papa a los jesuitas?

El papa Francisco aboga para que  el Señor "ilumine y acompañe" a todos los jesuitas , "para que con el testimonio de una vida enteramente entregada al servicio de la Iglesia sean  fermento evangélico en el mundo , buscando infatigablemente la gloria de Dios y el bien de las almas". El pontífice jesuita así lo manifiesta en una carta enviada al Prepósito de la Compañía de Jesús, el español  Aldolfo Nicolás , en la que le agradece la carta que le envió tras ser elegido papa, en la que le dicen que rezan por él y se ponen a "su plena disposición para seguir sirviendo incondicionalmente a la Iglesia y al Vicario de Cristo, según el precepto de San Ignacio de Loyola". En la misiva papal, hecha publica hoy por el Vaticano, el Obispo de Roma "agradece cordialmente" esas muestras de "aprecio y cercanía, a las que correspondo complacido, pidiendo al Señor que ilumine y acompañe a todos los Jesuitas". "De modo que, fieles al carisma...
Mañana 24 de marzo se conmemora un año más del asesinato de Monseñor Romero. Lo recordamos con un párrafo de una homilía suya del año 1977. La Iglesia no puede callar ante esas injusticias del orden económico, del orden político, del orden  social. Si callara, la Iglesia sería cómplice con el que se margina y duerme un conformismo enfermizo, pecaminoso, o con el que se aprovecha de ese adormecimiento del pueblo para abusar y acaparar económicamente, políticamente, y marginar una inmensa mayoría del pueblo. Esta es la voz de la Iglesia, hermanos. Y mientras no se le deje libertad de clamar estas verdades de su Evangelio, hay persecución. Y se trata de cosas sustanciales, no de cosas de poca importancia. Es cuestión de vida o muerte para el reino de Dios en esta tierra. Monseñor Oscar Arnulfo Romero. 24/07/1977
Quinto defecto: Jesús no entiende ni de finanzas ni de economía. Recordemos la parábola de los obreros de la viña: «El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Salió luego hacia las nueve y hacia mediodía y hacia las tres y hacia las cinco.., y los envió a sus viña». Al atardecer, empezando por los últimos y acabando por los primeros, pagó un denario a cada uno (cf. Mt 20, 116). Si Jesús fuera nombrado administrador de una comunidad o director de empresa, esas instituciones quebrarían e irían a la bancarrota: ¿cómo es posible pagar a quien empieza a trabajar a las cinco de la tarde un salario igual al de quien trabaja desde el alba? ¿Se trata de un despiste, o Jesús ha hecho mal las cuentas? ¡No! Lo hace a propósito, porque -explica-: «¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?». Y nosotros hemos creído en el amor. Pero preguntémonos: ¿por qué Jesús ti...
Cuarto defecto: Jesús es un aventurero. El responsable de publicidad de una compañía o el que se presenta como candidato a las elecciones prepara un programa detallado, con muchas promesas. Nada semejante en Jesús. Su propaganda, si se juzga con ojos humanos, está destinada al fracaso. Él promete a quien lo sigue procesos y persecuciones. A sus discípulos, que lo han dejado todo por él, no les asegura ni la comida ni el alojamiento, sino sólo compartir su mismo modo de vida. A un escriba deseoso de unirse a los suyos, le responde: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Mt 8, 20). El pasaje evangélico de las bienaventuranzas, verdadero «autorretrato» de Jesús, aventurero del amor del Padre y de los hermanos, es de principio a fin una paradoja, aunque estemos acostumbrados a escucharlo: «Bienaventurados los pobres de espíritu..., bienaventurados los que lloran..., bienaventurados los perseguidos por... la j...
Video de Francisco. Emocionante. http://youtu.be/vdwy1S-7qsE
Tercer defecto: Jesús no sabe de lógica. Una mujer que tiene diez dracmas pierde una. Entonces enciende la lámpara para buscarla. Cuando la encuentra, llama a sus vecinas y les dice: «Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido» (cf. Lc 15, 89). ¡Es realmente ilógico molestar a sus amigas sólo por una dracma! ¡Y luego hacer una fiesta para celebrar el hallazgo! Y además, al invitar a sus amigas ¡gasta más de una dracma! Ni diez dracmas serían suficientes para cubrir los gastos... Aquí podemos decir de verdad, con las palabras de Pascal, que «el corazón tiene sus razones, que la razón no conoce» Jesús, como conclusión de aquella parábola, desvela la extraña lógica de su corazón: «Os digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta» (Lc 15, 10). Monseñor Van Thuan
Segundo defecto: Jesús no sabe matemáticas. Si Jesús hubiera hecho un examen de matemáticas, quizá lo hubieran suspendido. Lo demuestra la parábola de la oveja perdida. Un pastor tenía cien ovejas. Una de ellas se descarría, y él, inmediatamente, va a buscarla dejando las otras noventa y nueve en el redil. Cuando la encuentra, carga a la pobre criatura sobre sus hombros (cf. Lc 15, 47). Para Jesús, uno equivale a noventa y nueve, ¡y quizá incluso más! ¿Quién aceptaría esto? Pero su misericordia se extiende de generación en generación... Cuando se trata de salvar una oveja descarriada, Jesús no se deja desanimar por ningún riesgo, por ningún esfuerzo. ¡Contemplemos sus acciones llenas de compasión cuando se sienta junto al pozo de Jacob y dialoga con la samaritana, o bien cuando quiere detenerse en casa de Zaqueo! ¡Qué sencillez sin cálculo, qué amor por los pecadores! Monseñor Van Thuan