Perdona y bendice
Día 26
Lunes Santo.
Con Jesús por la mañana. “Déjala; lo tenía guardado para el día
de mi sepultura” (Jn 12, 1-11). Aprovecha en profundidad este día. Gusta y
siente en el corazón el mensaje que te trae el Evangelio. Unge tu día,
arrodíllate ante lo que hoy te toque vivir y ama tu realidad como regalo que te
acerca a Dios y a tus hermanos. ¿Cómo quieres vivir el día? Conserva tu corazón
en recogimiento y silencio interior. Perdona a quienes te ofendan y bendice a
quienes encuentres. Ofrece tu día por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. Perdón. “Ponernos a sus pies y llorar. Llorar
por la tristeza de ofenderle y llorar por la alegría de su perdón. Las lágrimas
son la mejor oración que podemos elevar a Dios. Y, también, perfumar sus pies;
que el perfume de nuestras buenas obras y el ungüento de nuestro perdón sean
dignos de un Dios tan misericordioso. Como Él perdona, así perdonar a quienes
nos ofenden” (Papa Francisco). El perdón salva y reconstruye lazos, anímate a
perdonar y a acercarte a quienes están enemistados contigo.
Con Jesús por la noche. Reconocer mis
sentimientos. Recoge el
día. Agradece alguna gracia especial recibida. Mira tus sentimientos. ¿Cómo
amaneciste? ¿Sentiste tristeza o soledad a lo largo del día? ¿Cómo
reaccionaste? Habla con tu Padre sobre esos momentos difíciles y entrégaselos
para que los transforme en servicio a los demás. Concreta un propósito y pide
ayuda a Dios para llevarlo adelante.
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