Perdón a los hermanos



Día 6

Con Jesús por la mañana. “Señor, si mi hermano me ofende, ¿Cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?” (Mateo 15, 21-35). ¿Pero, si yo no puedo amar a esa persona? Entonces reza por ella es el consejo del Papa Francisco. “¿Cómo puedo rezar por quien me hace daño? Sí, para que cambie de vida, para que el Señor lo perdone. Esta es la grandeza de Dios, misericordioso y con un corazón grande” (Papa Francisco). Si perdonas liberas tu alma, ensanchas tu corazón y haces lugar al amor. Tú eres el primer beneficiado. Perdona a quien te ofende. Ofrece tu día por la intención del mes.

Con Jesús por la tarde. Tener compasión. El mundo se desangra por heridas que no han sido perdonadas, que generan conflictos entre personas, familias y pueblos en un espiral de sufrimientos y dolores sin sentido con olor a muerte. Perdonar es un proceso que ayuda a reconstruir lazos que exige renunciar a hacer justicia por mano propia dejando a Dios el restablecimiento del equilibrio perdido. Adelántate a dar el perdón, acércate a quien esté distanciado de ti.  Perdona con el estilo de Jesús y estarás colaborando en la construcción del Reino de Dios. Repite en tu corazón: “Padre, ayúdame a perdonar más y mejor”.

Con Jesús por la noche. Abrir el corazón. Haz una pausa para cerrar el día. Agradece las personas, los lugares, los momentos de hoy. ¿Cómo han sido los encuentros con tus hermanos? ¿Recuerdas alguno que te haya inquietado o producido enojo?  ¿Mantienes algún rencor o un perdón que no te atreves a dar? Mira tu corazón y suelta lo que no ayuda. Toma nota de lo que descubras y entrégalo a Dios.

Comentarios