Fe y confianza



Día 12

Con Jesús por la mañana. “Jesús le había dicho: Tu hijo vive” (Jn 4, 43-54) “La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia” (Papa Francisco). ¿Cómo vives tu vida de fe en este tiempo? Prívate de un gusto y destina ese dinero a ayudar a quien necesite de ti. Ofrece con alegría tu día por la intención del mes.

Con Jesús por la tarde. Fe y obras. “La fe lleva siempre al testimonio. La fe es un encuentro con Jesucristo, con Dios, y de allí nace y te lleva al testimonio. Y esto que el apóstol quiere decir: una fe sin obras, una fe que no te implique, que no te lleve al testimonio, no es fe. Son palabras y nada más que palabras" (Papa Francisco). La fe exige una caridad en obras discernida para acertar en las acciones, para no caer el voluntarismo o en la apatía. ¡Aprende a discernir tus acciones para ayudar allí donde más se necesite!

Con Jesús por la noche. Reconocer mis sentimientos. Recoge el día. Agradece alguna gracia especial recibida. Mira tus sentimientos. ¿Cómo amaneciste? ¿Sentiste tristeza o soledad a lo largo del día? ¿Cómo reaccionaste? Habla con tu Padre sobre esos momentos difíciles y entrégaselos para que los transforme en servicio a los demás. Concreta un propósito y pide ayuda a Dios para llevarlo adelante.

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