El interior




Día 7

El interior

Con Jesús por la mañana. “Todas esas maldades salen de dentro y contaminan al hombre” (Mc 7, 23). Te habita el Amor de Dios por eso estás llamado a amar y ser amado. Pero también salen de tu corazón otras fuerzas que conviven con el amor que dañan y te dañan. Cultiva el trigo que te habita, y no te ocupes tanto de arrancar el mal. Para tratar con amor a tus hermanos, deja salir la bondad de tu corazón. Toma conciencia de las fuerzas que te habitan y apunta lo que descubras. Ofrece el día por la intención del mes.

Con Jesús por la tarde. Placer que sana o que enferma. “El cuerpo que está llamado a ser templo del Espíritu Santo, termina por convertirse en una cueva de ladrones…pues el prójimo deja de ser una persona para convertirse en objeto de mis deseos y ser visto en función de mis necesidades” (Germán Guidi sj). La hermosura y el placer son dones de Dios para ayudarte a cultivar la amistad y el amor. ¿Respetas a tus hermanos en tus vínculos? ¿Creces y ayudas a crecer a quienes amas en intimidad y libertad? Pide ayuda a Jesús para amar como lo hace Él.

Con Jesús por la noche. Abrirse a Dios. Recoge tu semana y descubre cómo Dios te ha buscado. Agradece lo recibido, el buen humor, la salud, la belleza, tu capacidad para trabajar. Mira cómo has vivido. ¿Has actuado con libertad interior? Descubre alguna realidad, debilidades de carácter, persona o situación que te haya quitado libertad interior. ¿Estás abierto a recibir la gracia que necesitas para crecer en libertad? Concreta un compromiso para la semana que inicias.

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