Talitha qum
Día 30
Con Jesús por la mañana. “Agarrando
a la niña de la mano, le dijo: Talitha qum- que significa: Chiquita, te lo digo
a ti, ¡levántate!” (5, 21-43). Toma un tiempo para contemplar el Evangelio de
hoy y reflexiona: La otra orilla a la que Jesús vuelve a cruzar es profundidad
de vida, ¿A qué te invita? ¿Qué te quita la alegría como a la hemorroísa? ¿Qué
realidades duermen en tu vida y están llamadas a despertar para ser
alimentadas? De la mano de Jesús vive la escena como si fueras tú el protagonista.
Apunta lo que descubras. Ofrece el día por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. Descansar
en el amor. “Aprendamos a descansar en la ternura de los brazos
del Padre en medio de la entrega creativa y generosa. Sigamos adelante, démoslo
todo, pero dejemos que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos como a Él
le parezca” (Papa Francisco). El amor no se afana ni es ansioso en la tarea.
Trabaja con dedicación y descansa en que el fruto lo pone Dios a su tiempo.
Trabaja descansadamente, en la confianza de que Dios cuida de ti y hace fecundo
tu esfuerzo.
Con Jesús por la noche. Ofrecer la
vida. Tómate unos minutos para recoger lo vivido hoy.
Cierra los ojos un momento y respira hondo. ¿Qué momentos te han llenado el
corazón de alegría y plenitud? ¿A quién has ayudado hoy? Quédate unos minutos a
solas con Jesús. Cuéntale al Señor de tus preocupaciones y disponte a
entregárselos a él.
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