Obstáculos
Día 31
Con Jesús por la mañana. “¿De
dónde saca éste todo eso? ¿Qué clase de sabiduría se le ha dado, que tamaños
milagros realiza con sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el
hermano de Santiago y José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus
hermanas? Y esto era para ellos un obstáculo.” (Mc 6, 1-6). La lógica de Dios
que nos desinstala llega sin prodigios y sin títulos y puede ser un obstáculo
para creer en su presencia amorosa. ¿Pretendes entender a Dios? ¡Cree aunque no
entiendas! Descubre a Dios en tu día.
Ofrece por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. Razones
para el amor. “Tú eres la última razón de mi amor. No tengo
otras. ¿Cómo tendría alguna esperanza sin ti? ¿En qué se apoyaría mi alegría si
nos faltases tú? ¿En qué vino insípido se tornarían todos mis amores si no
fueran reflejo de tu amor? Eres tú quien da fuerza y vigor a todo. Y yo sé
sobradamente que toda mi tarea de hombre es repetir y repetir tu nombre. Y
retirarme” (José Luis Martín Descalzo). ¿Qué mueve tu corazón? ¿Cuál es la
última razón de tu vida? ¿Qué cosas te descansan y te dan plenitud?
Con Jesús por la noche. Dar
gracias. Cierra los ojos y respira hondo. ¿Cómo te sientes
en este momento? Pide a Jesús que te muestre los pequeños detalles de amor
gratuito. ¿Qué momentos han sido significativos para ti? Detente un momento a
dar gracias y saborear esos detalles. Mañana comenzaras el día recordando el
amor que has recibido para dárselo a los demás.
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