Amor a la vida
Día 3
Con Jesús por la mañana.
«El Espíritu descendió en forma de paloma» (Jn 1, 29-34). “Quien vive abierto
al Espíritu de Dios vibra con todo lo que hace crecer la vida y se rebela
contra lo que hace daño y la mata. Este amor a la vida genera una alegría
diferente, enseña a vivir de manera amistosa y abierta, en paz con todos, dándonos
vida unos a otros, acompañándonos en la tarea de hacernos la vida más digna y
dichosa” (J.A. Pagola). Agradece la vida de los que amas y consiéntelos hoy, en
un gusto. Ofrece el día por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde. Amor
agradecido. El amor, ante todo, es don que se recibe. Sólo ama
quien se siente amado. La lógica del amor se aleja de la lógica del deber y se
acerca a la gratuidad. Amar y ser amado es un don, que nace del Amor que Dios
nos tiene. ¿Quiénes te aman? ¿A quiénes amas desinteresadamente? ¿Sientes el
amor que viene de Jesús? Revisa el amor en tu vida. Agradece el amor que eres
capaz de dar y de recibir, y concreta el propósito de la mañana, de amar de
manera gratuita.
Con Jesús por la noche. Dar
gracias. Cierra los ojos y respira hondo. ¿Cómo te sientes
en este momento? Pide a Jesús que te muestre los pequeños detalles de amor
gratuito. ¿Qué momentos han sido significativos para ti? Detente un momento a
dar gracias y saborear esos detalles. Mañana comienza el día recordando el amor
que has recibido para dárselo a los demás.
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