Arte y Encarnación
Día 23
Con Jesús por la mañana. “En todo lo que suscita en nosotros el
sentimiento puro y auténtico de la belleza está realmente la presencia de Dios.
Existe casi una especie de encarnación de Dios en el mundo, cuyo signo es la
belleza. Lo bello es la prueba experimental de que la encarnación es posible.
Por esto, todo arte de primer orden es, por su esencia, religioso” (Simone
Weil). Dios habita en este mundo y lo
hace bello. ¿Descubres a Dios en las cosas bellas? Contribuye a embellecer tus
ambientes, trabajando con prolijidad y orden. Ofrece lo de hoy por la intención
del Papa.
Con Jesús durante el día. “Les preguntó: ¿Por qué han estado aquí
desocupados todo el día? Le respondieron: “¡Porque nadie nos ha contratado! Él
les dijo: Vayan también ustedes a la viña” (Mt. 20,7). ¿Estás dispuesto a poner
tus dones y talentos al servicio de la viña del Señor? ¿Te motiva embellecer el
mundo? Repite lentamente en tu corazón: “Señor, no dejes de llamarme a trabajar
junto a ti, en favor de mis hermanos” mientras actualizas el propósito del día.
Con Jesús por la noche. Agradece y
entrega. Aquieta el
corazón y disponte a mirar lo vivido. Cada día es un regalo. ¿Qué motivos
tuviste hoy para agradecer? ¿Qué momentos te llenaron de plenitud? ¿Qué
personas te alegraron? Agradece por
ellas. Toma nota de lo más significativo del día. Entrega al Señor la jornada
que termina.
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