Silencio
Día
27
Con
Jesús por la mañana. «A
veces también el silencio es de gran ayuda; porque en algunos momentos no
existen palabras para responder a los interrogantes del que sufre. La falta de
palabras, sin embargo, se puede suplir por la compasión del que está presente y
cercano, del que ama y tiende la mano. No es cierto que el silencio sea un acto
de rendición, al contrario, es un momento de fuerza y de amor. El silencio
también pertenece al lenguaje de la consolación» (Papa Francisco). Acompaña al
que sufre, consuela al desanimado, ayuda al que te necesita. Hazte presente en
la vida de algún desesperado. Ofrece tu día por la intención del Papa.
Con
Jesús por la tarde. «El
funcionario insiste; Señor, baja antes de que se muera mi niño. Jesús le
contesta; Anda, tu hijo vive. El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso
en camino» (Jn. 4,43-54). La misión de Jesús fue pasar por la vida haciendo el
bien. Haz tú lo mismo. Repite al ritmo de tu respiración, «Señor, que lleve
vida a mis hermanos», mientras continúas llevando adelante el propósito de hoy.
Con
Jesús por la noche. Ser
más consciente. ¿Crees que vas creciendo interiormente? ¿Sientes que aumenta tu
esperanza, tu amor y caridad? ¿Qué te llena la vida en plenitud? Entrega esta
noche a tu Padre del cielo tus preocupaciones.
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