Sonreír es servicio
Viernes
27
Con
Jesús por la mañana. «¿Sabes
el valor de una sonrisa? No cuesta nada pero vale mucho. Enriquece al que la
recibe, sin empobrecer al que la da. Se realiza en un instante y su memoria
perdura para siempre. Nadie es tan rico que pueda prescindir de ella, ni tan
pobre que no pueda darla. Crea alegría en casa; fomenta buena voluntad y es la
marca de la amistad. Es descanso para el aburrido, aliento para el
descorazonado, sol para el triste y recuerdo para el turbado. Y, con todo, no
puede ser comprada, mendigada, robada, porque no existe hasta que se da.» (San
Alberto Hurtado sj). Cuando pidas algo, hazlo sonriendo. Cuando corrijas a alguien,
hazlo con caridad. Ofrece tu día con una sonrisa a Dios por las intenciones del
Papa.
Con
Jesús por la tarde. «Jesús
les decía: -El reino de Dios es como un hombre que sembró un campo: de noche se
acuesta de día se levanta y la semilla germina y crece sin que él sepa cómo» (Mc
4, 26-27). Tu sonrisa es la semilla del reino que siembras con alegría. No
dejes de iluminar al mundo con tu alegría. Sonríe ante toda situación y ante
toda persona. Repite al ritmo de tu respiración «Señor, dame la gracia de
sembrar alegría en los demás» mientras continúas poniendo en práctica el
propósito del día.
Con Jesús por la noche. Recuerda a las
personas. Trae a la memoria a las personas con las que has compartido hoy. ¿Qué
te han dejado los encuentros? ¿Qué sentimientos se despertaron en ti? ¿Qué
tienes para agradecerles? ¿Qué has aprendido hoy?
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