Amor en el servicio
María
Reina de la Paz
Con
Jesús por la mañana. «Si
todos los hombres amasen en serio su tarea -por pequeña que fuera- el mundo
cambiaría. Si el zapatero hiciese bien sus zapatos por el placer de hacerlos
bien; si el escritor luchara por expresarse plenamente, despreocupándose del
éxito y del aplauso… si los creyentes fueran consecuentes con su fe, sin
angustiarse por las modas de cada tiempo, si hombres y mujeres cuidasen sus
almas la décima parte que sus vestidos y su aspecto… si todo esto pasase ya no
tendríamos motivos para quejarnos… Y todos serían más felices.” (José Luis
Martín Descalzo). ¿Con qué disposición interior realizas tus tareas? Elige hoy
una tarea para hacerla lo mejor que puedas y por amor. Ofrece tu día por las
intenciones del Papa.
Con
Jesús por la tarde. «Porque
el que haga la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, mi hermana y
mi madre» (Mc 3, 35). Estás llamado a la plenitud. A ensanchar las fronteras de
tu corazón, a derribar tus barreras mentales y a abrir el alma a Dios. ¿En qué
se apoya tu felicidad? ¿Qué haces por la felicidad de los demás? Repite al
ritmo de tu respiración «Señor, ayúdame a entregarme con generosidad a los
demás» mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.
Con
Jesús por la noche. Mira
tú día. Trae a la memoria lo que has vivido hoy. ¿Cómo has contribuido a que la
vida de los que están cerca de ti fuera más agradable? ¿Has servido hoy, a
quién? Pide a Jesús un corazón más atento a los demás.
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