Navidad
Domingo
25
Con
Jesús por la mañana. Dios
es mucho más de lo que podemos imaginar. Está mucho más cerca de lo que
creemos, más presente en nuestra vida de lo que podemos darnos cuenta, y por
supuesto, es mucho, mucho más comprensivo, alegre y tierno de lo que podemos
sospechar. Nos resulta difícil creer en la bondad y la ternura de Dios.
Necesitamos considerar lo que significa que Dios quiere revelársenos en la
navidad como niño débil, vulnerable, indefenso. El rostro de ese niño en el
pesebre de Belén es el reflejo del corazón de Dios. Contemplando esa pequeñez
descubrimos la paz, la ternura y el amor que el Padre nos tiene. Tu vida es
regalo de Dios, entrégala, compártela, haz que sea fecunda. Nútrela de amor. Ofrece
este día por las intenciones del Papa Para que en ninguna parte del mundo
existan niños soldados. Haz click y reza con miles de personas en esta Navidad.
Con
Jesús por la tarde. «La
Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos contemplado su
gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y verdad»
(Jn 1, 14). Belén, también es tu corazón. Allí ha nacido el Salvador. Repite al
ritmo de la respiración «Jesús vive en mí…» mientras continúas poniendo en
práctica el propósito del día.
Con
Jesús por la noche. Repasa
tu semana. Jesús te acompañó toda la semana, estuvo contigo y permanece en ti.
Repasa la semana día por día, para reconocer a Dios en todas las cosas. ¿Qué
sentimiento predominó? ¿En qué momentos te has sentido pleno? ¿Qué te hubiera
gustado que fuera diferente?
Comentarios